Actualmente, la información tiene una gran valía, pero ante todo, un gran poder. “Aquel que tiene la información, tiene el poder”. En tiempos más antiguos, este lugar lo ocupaba la fuerza, pero ahora con la información puedes tener mucho más poder que con toda la fuerza del mundo.
Por esto, ocurren este tipo de cosas, pero lo sorprendente es que se haya creado este revuelo ahora, dado que este tipo de organizaciones llevan existiendo mucho tiempo atrás. Wikileaks tiene existencia desde el 2006, y para muchas personas ha aparecido ahora. Esto es algo que hace reflexionar a la sociedad, dado que estamos acostumbrados a escuchar siempre lo que los políticos nos dicen o nos venden, pero a veces, o casi siempre, lo que nos dicen no es lo que realmente hacen, porque si fuese como debe ser no habría razón alguna para tanto revuelo.
Si la política fuese transparente, como normalmente nos la venden, no habría nada que esconder ni informaciones que filtrar, pero eso el algo de lo que muchas veces nos olvidamos. Nos creemos lo que nos dicen los “altos cargos” a pies juntillas, sin pararnos a pensar que son personas como nosotros, y que no todo puede ser tan perfecto. Pero, sin embargo, es más cómodo pensar que ellos piensan por nosotros y que estamos en buenas manos, que todo va a ir bien sin que nosotros nos percatemos del lado negativo de la situación.
Por este hecho, bajo mi punto de vista, la existencia de este tipo de asociaciones es positiva, porque hace reflexionar a la sociedad, que es algo que necesitamos. Parar y plantearnos muchas cosas. Porque sí, podemos confiar mucho en un político por su forma de hablar, la confianza que transmite, los valores que arrastra, pero siempre puede mentirnos aunque para nosotros sea el mejor. Así que con la aparición de ciertos documentos, al menos podemos tener conocimiento de las cosas que no tendríamos que saber, aquello que se nos esconde, y si se hace esto, es por algo.
Por ello, ya no es que tengamos el derecho como ciudadanos a estar informados sino que tenemos el deber de informarnos, dado que como derecho, más que informar, lo que hacen es desinformarnos. Tratarnos como marionetas a las que pueden manejar a su antojo, y lo peor de todo es que nos sentimos víctimas de ello, pero en fondo somos víctimas complacidas y que reconocen serlo, y lo que más pena da, es que no hacen nada para cambiarlo, se mantienen impasibles ante la situación.
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